¿Y si no es ansiedad?

La ansiedad te incapacita para algunas cosas, funge como limitantes para otras y te impide un desarrollo normal en sociedad, pero y si después de mucho tiempo te das cuenta de que esa ansiedad a la que recurrías para justificar tus miedos realmente no existe.

Cabe la posibilidad de que el trastorno de ansiedad no sea realmente una enfermedad si no tan solo algo que no ha sido abordado de la forma correcta, quizás no es ansiedad si no solo obedecemos a necesidades diferentes, en mi caso la ansiedad se presenta junto con un seudo trastorno obsesivo compulsivo que no me permite insultar y que me mantiene en una rama de perfección, no tolero las situaciones que no mantienen un equilibrio, no tolero las malas decisiones que dañan a terceros, poseo una necesidad inverosímil de  salvar al mundo, al conjunto de todo esto mis médicos lo han denominado trastorno de ansiedad.

Durante la historia humana todo lo diferente ha sido visto como enfermedad en algún sentido, pero no creo que una necesidad de orden, de bondad, una exigencia que grita al mundo que tome buenas decisiones y las ganas de salvar a todos en lo posible puedan ser una enfermedad, creo que nací, nacimos, con una visión diferente, podemos ver en el mundo la oportunidad de mejor que otros han olvidado mirar, poseemos aun un sentido de optimismo, justo esto nos llevó a tener necesidades diferentes, necesitamos bondad, equilibrio, esperanza, héroes que puedan salvar al mundo y ante la carencia de ellos, nos disfrazamos a nosotros mismos.

Es deber de alguien en mi condición el alejarse de aquellos a quienes sé que ya he ayudado en lo posible, alejarme de donde ya he reparado lo reparable, de aquel lugar donde ya no puedo aprender a ser más bueno, irme porque mientras ayudo crezco y no, no tengo derecho a dejar de crecer, el altruismo obsesivo puede ser una gran carga cuando empiezas a sentirte comodo. 

No hay oportunidad para enamorarte de cualquiera, sin embargo, cualquiera te enamora porque de una u otra forma todos estamos rotos, pero nosotros nos reparamos al reparar he ahi por qué siempre deseamos dar una oportunidad a todos, pero cuando realmente se trata de pensar en nosotros es inevitable ser exigentes, hemos pasado tanto, enfrentado tanto dolor, levantado a tantos, ayudado en tantas formas que lo único que deseamos es paz, alguien con nuestra misma capacidad, alguien que se reconstruye en sincronia con nosotros.  

En desventura te darás cuenta de que no puedes apagar tus ganas de ayudar y que donde sea que estes, todo dolerá, si no está bien, querrás amar a alguien, querrás ser amado, querrás cuidar al mundo y que alguien te cuide a ti, pero no podrás detenerte, no puedes negar tu naturaleza, no te puedes apagar, y quizás con algo de suerte en el camino enseñaras a alguien a cuidar de ti mientas tus cuidas de él y no, no será lo ideal, pero el amor no obedece idealismos, el héroe siempre termina por enamorarse de alguien aparentemente más débil que él tan solo porque su fortaleza radica en otras cosas.