NÓMADA

No sabía quedarme, ante las partidas la nostalgia solía llegar a mí, pero no existía pesar al irme, hubo un tiempo creo donde quedarme se sentía bien, las razones para estar eran ayudar pero después de eso nada importo, cuando el alama ya no siente que puede aportar se empieza a desmoronar...

Los besos y las caricias, eran delicias que ahora formaban parte de un olvido inexistente, ¿que se sentirá recordar el ser feliz? ¿es posible recordar algo que no sabes si has sentido? ¿ en verdad he tenido la oportunidad de sentir? ¿que tal si mi viaje constante tan solo era otra forma de quedarme?.

Por alguna razón el movimento me generaba un seguridad que ningún pedazo de tierra había podido darme, dejé tanto en el camino que de alguna forma fue mejor quedarme en el medio por si algo se ofrecía.

Dolor... No, no creo haberlo sentido aún, se dice que en el proceso del cambio solemos sufrir heridas, pero las heridas no duelen causan una cierta sensación, es como un cosquilleo pero no duelen, ¿es acaso que olvide como sentir en el proceso? ¿tal vez hubo un instante donde las emociones me desbordaron y preferí no hacerlo?, no, creo que después de todo es algo más, el movimento perpetuo del espíritu no le permite a este sostenerse de cosas tan simples como el dolor, llevarlo conmigo terminaría por hacerme sedentario por eso lo deje en el camino, en el medio de todo, en la nada por decirlo de otra forma.

Otro viaje, otra partida, no hay despedidas me canse de ellas después de la primera, ahora solo parto, me voy tal como llegue, en silencio.