Al partir

Y que nunca el dolor estuvo tan presente, que nunca se sintió tan fuerte, que las agonías eran recurrentes, pero estabas tú, que ante tu ausencia las dolencias eran más, al igual que los sinsabores y que amado mío las despedidas no deben doler, el correr no debe cansar y el amar no debe matar.

Que sin embargo he muerto, he muerto en ti, pero no por ti, he muerto en aquel instante en el que dolor sobre paso el amor que nos tuvimos y morí al despedirnos, pero tu visita no me regreso la vida.

Por que amor soy inmortal, no porque nunca muera, si no porque nunca permanezco muerto allí en el tártaro, siempre logro escaparme, porque vida tu eres amor y de ello me alimento y aún cuando tu no estés yo permaneceré, ante todo el tiempo, ante todo momento, ante toda persona, ante cualquier demonio. yo seré el que vive para amar y no por amor.

Porque de románticos estan llenas las tumbas, de aventureros las fosas, de locos las calles, pero de inmortales amor mío…

De inmortales está llena la vida.

Somos los que sobreviven, los adolecen con las partidas, pero se crecen en ellas, los que claman a la vida por aquellos romances que son eternos, esos que te llevan a pasar por los siete infiernos tan solo por un beso de quien amas.

Y adolecemos, pero prevalecemos, y lloramos, pero no sufrimos por ello, por amor mío, el dolor solo te recuerda que aun estas vivo y aun cuando te derrumbes estaré allí para verte caer, no me entrometeré lo prometo.

Pero vida mía, no te dejaré y no te salvaré no porque no te amé, más bien porque te amo tanto que pretendo dejarte crecer aun si eso me hace sufrir, porque tu dolor me lastimará a mi un poco más que a ti, porque al final del día no hay mayor sufrimiento que el ver a quien se ama perecer y no poder darle tu vida.

Y me despediré de ti cubierto de sonrisas no porque me valla feliz, sino porque por así estuve junto a ti a cada instante y cuando se ama amor mío uno debe partir justo como llegó con una sonrisa con sabor a oportunidad.